Prólogo.

Joaquín vende rosas afuera de la estación del metro, su madre es florista, y él posee un talento especial tratándose de flores, tiene una historia que contar y una sonrisa en su rostro siempre.

Emilio tiene una familia de renombre, y alguien a quien debe impresionar, unos padres que lo presionan, un corazón roto y hoyuelos en su rostro.

El evento equivocado en la circunstancia correcta, puede cambiar tu vida.

O también...

Emilio necesita un ramo de flores y ve a un chico vendiendo rosas en la estación, y por alguna razón que lamenta, no sería la última vez que lo vería. Y tal vez no habría mucho que lamentar sobre eso.