Prólogo

¡La flor que crece en la adversidad es la más hermosa de todas!

Estaba tan muerta, tan marchita en mi interior, mi corazón como un desierto, tan destruida por dentro no sé cómo permití que los demás se encargaran de destruir todo mi ser, pero poco a poco todo mi ser va floreciendo, al visitar constantemente en secreto aquel lugar me sentía en mis aguas me sentía llena de vida.
Esta es mi historia, esta soy yo, Rosmery!