Advertencia.

Por supuesto que ella era una chica racional. Sabía perfectamente que aquel asesino no estaba cuerdo. La mismísima palabra asesino conlleva no estar cuerdo.

Pero, entonces, ¿por qué dudaba? ¿Cómo había conseguido un asesino que ella sucumbiera a sus encantos? Había estudiado psicología forense para encontrar al asesino de sus padres y saber por qué maldita razón los mató... Sin embargo había terminado enamorándose de un sociópata que aseguraba que la loca era ella y no él.

N/A: No es romance, aunque sí habrá. El libro describe la historia de cómo un trauma junto a malas influencias pueden llegar a romper a una persona.