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Que tempestad...
En mi mente se produjo un fenómeno meteorológico... Me produjo desequilibrios pero no térmicos como la tormenta en si, si no psíquicos, ya no era yo... Mi vida era una tempestad, solo había viento, grandes nubes negras y siempre terminaba en violentas precipitaciones acompañadas de rayos, truenos y relámpagos que eran los que absorbían mis ganas de seguir.
Pero después de toda tormenta sale el sol dicen... Y yo lo conocí.