Ansioso.

Enrique Peña Nieto nunca había estado seguro de algo en su vida. Decía que lo único que podía rescatar era que estaba casi seguro de que era heterosexual. A él le gustaban las mujeres, o al menos eso era lo que pensaba antes de conocer a su actual esposa. Pero eso no era tema a tratar. El era hetero y ya está. ¿O tal vez no?

Mientras tanto, a kilómetros de distancia al norte. El Primer Ministro de Canadá, pensaba de manera diferente. Pues Justin Trudeau sabía que su heterosexualidad era tan frágil, que ni el mismo sabía si la misma seguía ahí.

Tantas dudas en personas tan diferentes, pero al final del día ellos tendrán que resolverlas de una u otra manera. Y, ¿Qué mejor manera que hacerlo juntos?