Description
"No importa que pasen las eras. Aunque el tiempo transcurra, ya sea en otros cuerpos, otras mentes, otras vidas, aún asi nos encontraremos. Quizá tu no me recuerdes, quizá yo tampoco, mas siempre nuestras Armaduras encontrarán su camino. Nací para amarte, naciste para complementarme. la rosa de la tierra, del mar el cangrejo. Unidos por la mano de Athenea, bendecidos por la mano de Afrodita. cuantas veces caigamos, será en común acuerdo, cumpliendo nuestro ideal, soñando nuestros deseos. Y si nuestra alma es mortal, la haremos inmortal. Así tenga que sacrificar por ti mis anhelos pagando un precio, lo haré, lo que sea por encontrarte Porque... te amo." La sonrisa de Manigoldo era sincera, por primera vez no había en sus labios rastro de burla. Para Albafica fue el adiós definitivo. Un beso con una gota de su sangre era todo lo que el cangrejo le había pedido, eso y por regalo una promesa que al final... Quizá jamás se cumpliría. - Espérame... Manigoldo... Acarició con suavidad el tranquilo rostro que reposaba en su regazo, apartando algunos mechones rebeldes de los párpados, esos pliegues que no volverían a abrirse. Fué una última caricia y se levantó tras dejarlo allí en el mismo lugar donde Cáncer se había sacrificado para salvarle la vida. La mirada se dirigió hacia el lugar de la batalla, donde estaba la esencia del enemigo y encaminó allá sus pasos, colocando tan solo una rosa en sus labios...