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- ¡Solo yo puedo llamarte así, idiota!
-Qué bien.
- Eres una... una... ¡Controladora!
-No, tú me amas y yo te amo, fácil.
-Tu hermano es fácil.- Masculló enojado.
- Lo sé, tú también. Guiño guiño
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La religión se ha vuelto obsoleta. Ya nadie quiere ser salvado por un Dios. Aparentemente la sociedad cree evolucionar con su ateísmo. Entonces, ¿A donde iremos nosotros?