Comienza una ruta nueva.

Ahora en la ciudad de Detroit humanos y androides conviven como iguales tras un largo año en el cual los divergentes protestaron por obtener sus propios derechos y ser considerados como seres vivientes.

Connor y Hank, aquellos que habían comenzado con el pie izquierdo, ahora eran una pareja conocida por ser la primera en surgir cuando los humanos fueron evacuados de la ciudad; pues Hank permaneció en Detroit, conviviendo con los androides como si nada. Sin temor alguno hacia ellos.