Description
Del odio al amor hay solo un paso y Adelaide lo sabía. - Te amo. - aún lo recordaba, sus palabras habían tocado lo más profundo de mi corazón, logrando en mí un mar de sensaciones que nunca había experimentado. Sin embargo nunca logré decirle lo que sentía, nuca logré decirle esas palabras de vuelta. - ¿Quién eres? - su voz ronca llegó a mis oídos como navaja. - Ross, soy yo, Adelaide. - mi voz salió temblorosa mientras trataba de ahogar un gemido doloroso. Mi vista se había nublado y podía sentir el calor de mis lágrimas bajar por mis mejillas. - Lo siento, pero no se quién eres. - finalizó, su voz sin una pizca de sentimientos, fría y cortante como un hielo filoso. Del dolor a la felicidad hay solo un paso y Adelaide lo sabía, por que lo había presenciado y sentido de la peor manera, al revés. **EDITANDO**
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