Parte 1: CUANDO LOS DIOSES DECIDEN

Corría el año 1.500 a.C.
Para muchos posiblemente no represente más que una época, un número al que difícilmente pueden asociar algún hecho concreto. Ah, pero debo añadir que esta historia que os voy a narrar transcurrió en Creta, en la ciudad de Cnosos y fue iniciada por un rey despótico y un hermoso toro blanco regalo de los Dioses.
Estoy segura de que ahora sabéis de que os hablo, estaréis pensando: «Nos hablas del mito del Laberinto del Minotauro», y de ser así habéis acertado... pero solo en parte.
Olvidad por un momento lo que sabéis o habéis escuchado sobre esta leyenda griega, pues en esta historia que os narraré a continuación, ni los héroes salvaban princesas en apuros, ni los villanos eran monstruos que comían carne humana.
Soy Arihagne, princesa de Creta y sí, os aseguro que existió un laberinto, que hubo alguien al que se le bautizó como el Minotauro, pero nada es como os lo han contado...