...

No te puedes fiar ni de tus propios sentidos, tus ojos te ensenan falsas ilusiones, tus oidos te susurran falsedades y engaños, tus manos perciben texturas intangibles, tu nariz te hace confundir el olor a estiércol con la mas bella fragancia y sobre todo ignoramos el amargo sabor de la cordura, ilusionandonos con el el dulce placer del sueño en nuestro paladar. Sin embargo algunas personas afirman que en está cruel penumbra, existen aliados que solo pueden ser descubiertos por el corazón. Cuentan, que aunque no puedes confiar en los sentidos, lo que en verdad importa no lo puedes percibir carnalmente, las cosas importantes solo pueden ser vistas con el alma.