𝙿𝚛𝚘́𝚕𝚘𝚐𝚘

Donatello estaba feliz con su vida; tenía una hermosa familia con un lindo Omega de ojos verdes, su trabajo era estable y estaba en una buena situación económica pero tenía un secreto oscuro algo que ni su Omega sabía.

-Aah Donnie -gemía debajo de él-

-Eres mi adicción Mikey -susurro cerca de su oído mientras acariciaba sus piernas con dulzura- no dejes que nadie más te toque, solo yo-

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