Capítulo I: El Hijo Pródigo

No hay nada como la niñez. Casi todos recordamos esta etapa por nuestros juegos, nuestros amigos de toda la vida, por la visión inocente que tenemos en ese momento del mundo. Tal vez éstas fueron las razones que llevaron a nuestro protagonista, Jesus Andrade, a presentar una solicitud para trabajar como profesor en su colegio de la infancia, el colegio San Bartolomé de Beltrán. Lo que el no sabía es que, a pesar de ver como su antiguo lugar de la infancia seguía siendo igual que siempre, lo cierto es que el lugar era, en realidad, diametralmente distinto de como lo recordaba.