La necesidad arrastra a cada quien a diferentes destinos y nunca se corre con suerte, porque entrar en Bagdad es el sufrimiento humano. Todo era un engaño, un sucio juego de trampas y mentiras, porque Louis necesitaba salvar su vida y conseguir su libertad. Es un omega pobre, sumiso y desdichado, quien no tiene más remedio de hacer todo lo que se le diga. Desde corta edad fue entregado como de si un objeto se tratase, obligado a estar en el club de prostitución Bagdad como desnudista y bailarín erótico, además de vender su cuerpo, los caminos lo llevan obligado a entrar como un infiltrado en Marsella. Se verá envuelto vuelto en un juego de mafias y con su único objetivo de hacerla caer a su rival. Pero no todo pasa como desearía, no cuando conoce al único hombre que es capaz de amarlo, Harry.

En un mundo omegaverse en donde dominan los alfas, tales como Louis, por largas generaciones, algo más grande ha llegado al pueblo de Yorkshire, un mito, un prohibido, un delta, Harry.

-¡Deberías amarme!- grita el joven duque furioso y herido con lágrimas deslizándose por sus mejillas mientras sus ojos lucen rojos y tristes. La noche es fría y la luna se ve reflejada en el agua del lago. Todo da una verdadera sensación de melancolía. Harry detiene su paso y voltea a verle sin expresión alguna mientras mantiene el mismo ceño frío que Louis hace tanto tiempo no veía. -No estoy en obligación de corresponderte- Responde -Esto siempre fue un acuerdo y lo sabías, lamento si en algún momento del camino llegaste a confundirte con respecto a lo que somos. - - - - - - - - - En Londres, 1845, Louis es un joven duque comprometido en promesa de matrimonio a Harry, un príncipe con un amor prohibido, enamorado perdidamente de una soprano.