Historias Cortas🪞
3 stories
Ofelia by MarVernoff
Ofelia
MarVernoff
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  • Parts 7
Colección de textos.
Hechizando Al Sr. Brier by MarVernoff
Hechizando Al Sr. Brier
MarVernoff
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  • Parts 16
Cora Adams ha trabajado por tres años para el magnate más codiciado de Nueva York, Adrian Brier, y dos de esos los ha pasado imaginando una épica historia de amor con él. Tras dar con un contacto involucrado en el mundo del esoterismo en su revista de moda favorita, Cora, cansada de no obtener más que diligencias y horas extras de trabajo, decide darse una escapada a los limites de la ciudad para implorar una ayudar extra a las divinidades y gastarse el sueldo de un mes en la búsqueda de un querer. Pago que, al parecer, da resultados inmediatos, pues al retornar a sus ocupaciones diarias, el afamado señor Brier extiende sus miradas más de un segundo seguido. Y Cora, loca de deseo, se vuelca a la tarea de hechizarlo en más de un sentido, de ser necesario. 👠🪄 -Historia corta. -Contenido sexual explícito.
Bendita Tentación by MarVernoff
Bendita Tentación
MarVernoff
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  • Parts 22
Arden Raw tenía todo lo que alguna vez soñó. Dinero, belleza, fama y un prometido que adoraba. La vida le sonreía desde todos los ámbitos, incluso si para el resto del mundo no era más que un alma perdida con la bendición de tener talento. Arden, en la noche de la premiación más prestigiosa de su carrera, dónde ella resultaba ser parte de la nominación más importante, descubre que su novio le era infiel con una vieja amiga. Y tras una caótica velada donde debía recibir la estatuilla, obtuvo una denuncia y centenares de titulares aplastando su carrera y acabando con su imagen. Tras conseguir evadir meses tras las rejas, un juez la envía a rehabilitarse prestando sus servicios comunitarios en una pequeña congregación en las afueras de Tennessee, dónde conoce al padre Aurelio Balmaceda, un hombre de acento marcado y piel repleta de tatuajes que parecía detestarla solo por ser ella. Arden, acostumbrada a superarse en todo, se propone enzarza en una aventura mucho más interesante que rezar el padre nuestro y darle de comer a los animales. A fin de cuentas, nadie dijo que las penitencias tendrían que ser aburridas.